La tragedia ocurrida en la madrugada del pasado martes en la vereda El Granizal, entre los municipios de Bello y Medellín, sigue dejando un doloroso balance: ya son 22 las personas fallecidas tras el deslizamiento de tierra ocasionado por el desbordamiento de la quebrada La Negra. Las autoridades aún buscan a ocho personas desaparecidas.
El desastre, considerado uno de los más graves del año en el país, ocurrió sobre las 3:00 a.m. del 23 de junio, tras más de 36 horas de intensas lluvias que generaron el desprendimiento de aproximadamente 75.000 metros cúbicos de tierra, sepultando por completo a más de 50 viviendas del asentamiento conocido como El Pinar, en la zona limítrofe de Bello y Medellín.
Desde entonces, más de 391 rescatistas, apoyados por binomios caninos especializados en búsqueda y rescate, trabajan sin descanso para localizar a los desaparecidos. El favorable cambio en las condiciones climáticas ha permitido continuar con las operaciones, que inicialmente se habían visto dificultadas por la persistente lluvia.
Del total de víctimas fatales, 18 han sido halladas en jurisdicción de Bello y cuatro en Medellín. Entre las personas fallecidas se encuentran adultos mayores, jóvenes y menores de edad, cuyos cuerpos fueron identificados por las autoridades forenses. Entre las víctimas están: Juan de la Cruz Muñoz Caño (84 años), Dellanira Vera Echeverri (79), César Augusto Hoyos Cantero (31), Meleidys Martínez Oquendo (23), entre otros.
Hasta el momento, 1.600 personas han sido identificadas como damnificadas y al menos 625 permanecen en los dos alojamientos temporales habilitados por la Alcaldía de Bello. Allí reciben atención médica, alimentación, apoyo psicosocial y vigilancia. El acompañamiento está siendo coordinado por el Dagran, la Defensa Civil, organismos de socorro y las secretarías de Gestión del Riesgo, Inclusión Social y Salud.
Por prevención, las autoridades locales han recomendado la evacuación definitiva de viviendas ubicadas cerca del cauce de la quebrada o dentro del área afectada por el deslizamiento. Para monitorear posibles nuevas emergencias, se instalaron cámaras y tres sirenas que alertarán en caso de detectar movimientos inusuales en el terreno.
La administración municipal ha dispuesto dos puntos oficiales de acopio para la recolección de ayudas humanitarias: la sede de la Defensa Civil de Bello y el Centro Vida Día del Adulto Mayor. Se solicita a la ciudadanía no llevar donaciones directamente a la zona del desastre, debido al riesgo de congestión que puede interferir con las labores de rescate. Asimismo, se advierte que no se están recibiendo alimentos preparados ni dinero en efectivo o por medios digitales. Las labores de rescate continúan, mientras el país observa con pesar esta emergencia que enluta al Oriente antioqueño.