Antioquia vive uno de los años más críticos en emergencias asociadas a las lluvias. Durante el 2025, el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Antioquia (Dagran) ha registrado 292 movimientos en masa que han dejado 39 personas fallecidas, siendo este el evento natural más reportado en el departamento.
La víctima más reciente es un niño de tres años que murió esta semana en Tarazá, Bajo Cauca antioqueño, luego de que un deslizamiento cayera sobre la vivienda donde permanecía con su familia, en el sector La Torre. Aunque los adultos lograron salir con lesiones, el menor fue rescatado sin vida y trasladado al hospital San Antonio de Tarazá.
Según el Dagran, las subregiones con mayor número de emergencias por deslizamientos son Oriente, Suroeste, Occidente y Valle de Aburrá. La persistencia de las lluvias ha agravado la inestabilidad en estas zonas, pues incluso durante los meses tradicionalmente secos (junio a agosto) no se registró una disminución significativa en las precipitaciones.
El panorama también es crítico por las inundaciones. El Dagran informó que los municipios de Caucasia, Nechí, El Bagre, Zaragoza, Segovia, Vigía del Fuerte, Frontino y Murindó, además de Urrao, se encuentran en alerta roja debido al riesgo elevado por crecientes súbitas y desbordamientos. Estas condiciones obligaron a activar planes de respuesta inmediata en las localidades más vulnerables.
En paralelo, la entidad socializó junto con la Universidad Nacional un estudio técnico sobre susceptibilidad, vulnerabilidad y riesgo por movimientos en masa. Este análisis busca fortalecer la capacidad de respuesta de los municipios, apoyar la actualización de los Planes de Ordenamiento Territorial y orientar las obras de mitigación.
Hasta la fecha, el Dagran ha reportado que, además de los fallecidos por deslizamientos, en total 54 personas han perdido la vida este año en Antioquia por emergencias relacionadas con las lluvias.
En Pueblorrico, Suroeste antioqueño, más de 200 personas tuvieron que ser evacuadas la semana pasada debido a una serie de deslizamientos que dejaron tres víctimas mortales. Estos hechos se suman a la tragedia ocurrida en Tarazá, que refleja el delicado estado de los suelos en varias zonas del departamento.
Carlos Mario Zuluaga Gómez, director encargado del Dagran, reiteró el llamado a las autoridades locales y a la comunidad a reforzar el monitoreo de laderas y reportar cualquier señal de riesgo.
“El monitoreo es fundamental. Vivimos en un departamento montañoso y por eso los movimientos en masa son recurrentes. Si hay árboles inclinados, caída de rocas o grietas, es clave reportarlo de inmediato y dirigirse a un punto seguro. También es importante evitar la construcción en zonas de alta pendiente, no hacer terraceos sin permiso y manejar correctamente las aguas y canaletas”, explicó Zuluaga.
El Dagran señaló que este año se han priorizado obras de mitigación como el perfilamiento de taludes, la siembra de especies nativas que fortalecen el terreno y diversas intervenciones civiles para estabilización y protección de zonas de riesgo.
La entidad insiste en que el comportamiento del clima y la saturación de los suelos exigen vigilancia permanente, así como el cumplimiento estricto de las medidas de prevención para reducir la posibilidad de nuevas tragedias.

hace 3 semanas
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