Alerta por expansión del caracol africano en el Oriente Antioqueño: ya son 8 municipios afectados

hace 1 mes 13

La presencia del caracol africano (Lissachatina fulica), una especie exótica invasora que representa riesgos para la salud humana y el ambiente, ha aumentado de forma preocupante en varios municipios bajo la jurisdicción de Cornare.

Según la corporación ambiental, en 2021 se reportaba la presencia de este molusco en solo tres municipios. Sin embargo, a la fecha ya se han confirmado focos en ocho localidades: San Carlos, San Rafael, Cocorná, San Roque, San Luis, Santo Domingo, Puerto Triunfo y la parte baja de Sonsón. Las condiciones climáticas, la vegetación abundante y la ausencia de depredadores naturales han facilitado su propagación descontrolada.

El caracol africano, originario del continente africano, llegó al país hace más de una década. Cada ejemplar puede producir cientos de huevos al año, lo que acelera su reproducción y lo convierte en una amenaza ambiental, sanitaria y agrícola de difícil contención si no se toman medidas inmediatas.

Este molusco puede alcanzar hasta 20 centímetros de longitud. Tiene una concha cónica y alargada con espirales en tonos marrón, violeta y crema. Suele encontrarse en jardines, basureros, zonas húmedas y áreas con vegetación densa, donde puede convertirse en vector de bacterias, hongos y parásitos capaces de causar enfermedades como meningitis, infecciones intestinales, respiratorias y cutáneas. Además, su contacto con ratas y basura lo hace un transmisor potencial de agentes patógenos para humanos, mascotas y fauna silvestre.

Desde el punto de vista económico, representa un riesgo importante para los cultivos, ya que causa daños directos al follaje y los frutos, afectando la producción agrícola y la seguridad alimentaria de muchas familias campesinas.

Campañas de educación y control

Cornare ha implementado campañas de educación ambiental en las comunidades afectadas, con el objetivo de enseñar a identificar esta especie invasora, evitar su confusión con caracoles nativos inofensivos y promover métodos seguros de manejo.

El control más efectivo es el físico: consiste en recolectar los caracoles con guantes, sumergirlos por mínimo cinco horas en agua con sal y luego enterrarlos en huecos profundos lejos de fuentes de agua, cubriéndolos con tierra y cal. También se recomienda eliminar basuras, escombros y cualquier objeto que sirva como refugio para los caracoles.

Ante cualquier sospecha de presencia de esta especie, la ciudadanía puede comunicarse con Cornare al (604) 546 16 16 ext. 292 o al correo electrónico [email protected] para que el equipo técnico realice la verificación correspondiente.

Recomendaciones para la comunidad
Cornare hace un llamado a la prevención y al manejo adecuado del caracol africano:

No tocar los caracoles ni su baba, especialmente con heridas o cerca de ojos, nariz y boca.

Lavar inmediatamente las manos si se entra en contacto con el animal o superficies contaminadas.

No usar caracoles como mascotas ni carnada.

Evitar el uso de venenos, ya que pueden afectar personas, animales y contaminar el ambiente.

Mantener los jardines limpios de residuos y escombros.

Enseñar a los niños a identificar la especie y reportar su presencia.

No trasladar caracoles ni plantas que puedan contener huevos.

Disponer adecuadamente los residuos. No arrojarlos a las vías ni a la basura orgánica.

Cornare insiste en que la colaboración ciudadana es clave para evitar la propagación de esta especie invasora que amenaza la biodiversidad y la salud pública en el Oriente antioqueño.

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