El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, envió este viernes, tras un largo silencio, una señal de deshielo en la crisis abierta con Brasil, dos días después de imponerle aranceles del 50%. “Lula puede llamarme cuando quiera. Vamos a ver qué pasa, yo amo al pueblo de Brasil”, dijo en declaraciones a periodistas en la Casa Blanca. Horas después, llegó la respuesta de Lula con un posteo en redes sociales: “Siempre hemos estado abiertos al diálogo [...]. Actualmente trabajamos para proteger nuestra economía y para responder a las medidas arancelarias del Gobierno estadounidense”.