El presidente Donald Trump ha dado otro paso más en su cruzada contra los inmigrantes indocumentados y ha anunciado este jueves que ha ordenado al Departamento de Comercio comenzar a trabajar en un nuevo censo de Estados Unidos que los excluya. El conteo poblacional ha incluido a todas las personas que residen en el país, independientemente de su estatus migratorio, desde 1790, cuando se llevó a cabo el primero. El próximo tendrá lugar en 2030. El anuncio del republicano no deja claro si se refiere a que se lleve a cabo otro censo antes del que está programado para dentro de cinco años, o si pretende que se implementen los cambios en el próximo.