Donald Trump busca transformar rápidamente el sistema de inmigración de Estados Unidos. En el marco de su investidura, el presidente destituyó a las cuatro juezas responsables de supervisar las 71 cortes federales de migración, un sistema que enfrenta un atasco con 3,5 millones de casos pendientes. Esta acción se suma a la firma de una decena de medidas en su primer día en la Casa Blanca, que restringen drásticamente el acceso de migrantes, ya sea como indocumentados o refugiados legales.