El aperitivo fue Genaro García Luna, el antiguo superpolicía que fue sentenciado en octubre a 38 años de prisión por delincuencia organizada. La Justicia de Estados Unidos se prepara ahora para hincar el diente al platillo principal, los 29 capos del narcotráfico que fueron entregados por el Gobierno mexicano a Donald Trump en los primeros días de su Administración. Las mentes criminales, entre quienes se encuentran experimentados capos como Rafael Caro Quintero, Vicente Carrillo Fuentes y Antonio Oseguera Cervantes, pueden fabricar para Washington un mapa sin precedentes de la delincuencia organizada transnacional y su penetración en el poder de México. La cereza sobre el pastel es Ismael El Mayo Zambada, el veterano líder del Cártel de Sinaloa, quien se encuentra en manos del Departamento de Justicia desde que fue entregado hace un año en un operativo de película.