Tres nuevos casos en Medellín elevan a 65 los lesionados por pólvora en Antioquia

En el marco de la campaña “Soy Antipólvora”, la Gobernación de Antioquia reiteró el llamado a vivir las fiestas de Navidad y fin de año sin el uso de pólvora, recordando que “la alegría no se quema, se comparte”. Las autoridades intensificaron la vigilancia ante el aumento de personas lesionadas durante la temporada 2025–2026.

De acuerdo con el más reciente reporte del Instituto Nacional de Salud (INS), con corte a las 8:00 a. m. de este 12 de diciembre, en Antioquia se han registrado 65 personas lesionadas por pólvora pirotécnica, lo que representa un incremento del 27,5 % frente al mismo periodo de la temporada anterior (2024–2025), cuando se contabilizaban 51 casos.

Entre las 8:00 a. m. del 11 de diciembre y las 8:00 a. m. de hoy, se reportaron tres nuevos casos, todos en Medellín: un menor de 5 años con daño auditivo por luces de bengala, un menor de 6 años con quemadura de segundo grado en el rostro causada por voladores, y un adulto de 29 años con quemaduras de segundo grado en los miembros superiores. Las autoridades aclararon que no se presentaron nuevos casos entre las 2:01 p. m. del 11 de diciembre y la mañana de este 12 de diciembre.

Del total de lesionados, 19 son menores de edad y 46 adultos, y seis personas han sufrido amputaciones. Las zonas del cuerpo más afectadas son la cara, las manos y los miembros superiores, además de casos con daño ocular y auditivo. Medellín encabeza la lista de municipios con más casos, seguida por Bello e Itagüí, mientras que otros municipios del departamento registran uno o dos lesionados.

Las autoridades también informaron que no se han presentado intoxicaciones por fósforo blanco ni por licor adulterado con metanol en lo que va de la temporada. Sin embargo, el panorama sigue siendo crítico, ya que la ocupación de las unidades de quemados en Antioquia, tanto para adultos como para población pediátrica, se encuentra actualmente al 100 %.

La Gobernación insistió en el llamado a padres, cuidadores y comunidad en general para evitar el uso de pólvora, especialmente en presencia de menores, y prevenir tragedias que pueden dejar secuelas permanentes o incluso cobrar vidas durante las celebraciones de fin de año.