Hino Motors, una filial de Toyota fabricante de camiones y motores, ha llegado a un acuerdo con el Departamento de Justicia y otros organismos de Estados Unidos para pagar 1.600 millones de dólares (más de 1.500 millones de euros) por un fraude en las emisiones de dióxido de carbono y otras partículas. Se sanciona a la compañía por infracciones relacionadas con la presentación a los organismos reguladores de datos falsos y fraudulentos sobre las pruebas de emisiones y consumo de combustible de sus motores, así como por el contrabando ilícito de motores a Estados Unidos. Estas resoluciones están sujetas a la aprobación del Tribunal de Distrito del Distrito Este de Míchigan.