La tormenta sigue rodeando a Tesla. Después de comunicar la segunda caída consecutiva de ingresos y beneficios y de que su consejero delegado, el controvertido Elon Musk, haya advertido de que el fabricante de vehículos eléctricos entrará en un periodo de transición durante al menos un año, los inversores ponen nota a las cuentas. Tras comenzar la sesión con una caída del 9%, la compañía ha logrado moderar tímidamente los recortes y concluye con un descenso del 8,2%. Es decir, sigue siendo su peor sesión caída desde el pasado 5 de junio, cuando se consumó el divorcio entre el presidente Donald Trump y el que fue su mano derecha los primeros meses de Gobierno. El detonante fue la pérdida de incentivos fiscales en Estados Unidos y la necesidad de ganar tiempo para desarrollar sus proyectos de conducción autónoma.