En los premios Goya de 2023, el cortometraje Sorda, de Eva Libertad y protagonizado por su hermana, la actriz Miriam Garlo, abrió el cine español a la exploración de los mundos y los problemas de las personas sordas, como lo es Garlo desde que tenía siete años. El corto ha crecido a un largo, y aunque se ha mantenido el título, la actriz protagonista y el nombre de su personaje, la historia poco tiene que ver. Y la emoción crece, como se ha notado en el recibimiento en la Berlinale, primer festival en el que se proyecta el filme, donde se ha podido ver en la sección Panorama. “Con todo”, cuenta la directora hora antes de su premiere, “yo nunca quise hacer una tesis sobre la sordera con esta película, sino que nace del deseo de explorar el vínculo entre el mundo sordo y el oyente, que es lo que Miriam y yo hemos vivido toda nuestra vida. Al escribir a Ángela, yo no quería hacer una sorda ejemplar, ni que fuera la representante de nada, porque eso es imposible: hay tantas maneras de vivir la sordera como de ser una persona oyente. Cuando hay grupos, colectivos o comunidades que no han tenido representación suficiente en el cine, sus primeras retratos tienen mucho peso, pero no podemos asumir esa carga”.