El Plan México, la hoja de ruta sexenal del Gobierno de Claudia Sheinbaum para atraer inversión y apuntalar el crecimiento económico, va tomando forma frente a un escenario repleto de incertidumbres. El nuevo amago del presidente Donald Trump de elevar los aranceles a las exportaciones mexicanas al 30% a partir del próximo 1 de agosto eleva el pulso, una vez más, sobre su vecino país del sur. Puertas adentro, la mandataria acelera el paso para implementar la estrategia a través de sus reuniones con empresarios, el lanzamiento de incentivos para agricultores, ganaderos e inversionistas y facilidades de financiamiento. El horizonte, no obstante, pinta retador ante la desaceleración económica del país, una inflación que no cede y más de tres meses de generación de empleos a la baja.