Veguellina de Órbigo, Benavides de Órbigo, Villares de Órbigo, San Feliz de Órbigo, Hospital de Órbigo, Villarejo de Órbigo y Gualtares, este último pueblo sin el apellido del río que abastece esta comarca del suroeste de la provincia de León, se han quedado sin poder regar sus huertos en suelos urbanos. Los mayores y no tan mayores encontraban en labrar unos terrenos junto a sus pueblos una forma de entretenerse, de producir frutas y verduras sanas y de calidad, de ahorrar unos dineros y de enverdecer los paisajes del alfoz. Ahora claman contra la comunidad de regantes Presa de la Tierra que, al buscar un sistema moderno de riego, impide que el agua recorra las viejas acequias y se controle mediante pequeñas presas para nutrir los tomates, patatas o cebollas de los vecinos. Los afectados respetan la “modernización” pero la creen compatible con usar los cauces que históricamente han recorrido sus pueblos.