Medellín aumentó optimismo, ocupación laboral y disminuyó el hambre, pero persisten retos en educación, convivencia y vivienda

Medellín Cómo Vamos presentó el Informe de Calidad de Vida 2025 y los resultados de la Encuesta de Percepción Ciudadana (EPC), que se realiza de forma continua desde 2006. Esta edición recogió la opinión de 1 800 personas en todas las comunas y corregimientos sobre cómo evoluciona el bienestar en la ciudad y qué temas deben estar en la agenda pública de los próximos años. El informe identificó una percepción de optimismo sobre la economía y el trabajo en Medellín; también se destacaron las acciones contra el hambre y la desnutrición, la reducción de la pobreza, y la cultura y la creatividad como motor económico de generación de empleo.

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A pesar de esto, se alertó por el aumento del rezago escolar en niños y jóvenes, que dificulta el progreso de la ciudad; también por el aumento de homicidios, en específico, por temas de convivencia, más que por bandas delincuenciales. Persisten las insuficiencias cualitativas y cuantitativas en vivienda y hábitat, y se hace necesario mayor aprovechamiento de residuos sólidos. Temas como la salud y la vulnerabilidad de menores de edad son los principales retos propuestos por la veeduría.

Las fortalezas de Medellín según la encuesta

En todas las comunas y corregimientos, excepto en Santa Elena, el optimismo aumentó significativamente. El 63 % de los ciudadanos cree que Medellín va por buen camino, un aumento de 23 puntos porcentuales frente a 2023, cuando se había alcanzado el punto más bajo de la serie. La encuesta registra que el 41 % de las personas considera que la situación económica de su hogar mejoró en el último año, un aumento frente a 2024, cuando marcó 35 %.

Medellín y el Valle de Aburrá mantienen una de las tasas de desocupación más bajas entre las principales áreas metropolitanas, con 6,4 %.

El sector cultural y creativo pasó de ocupar a 60 000 personas en 2021 a 90 000 en 2025. La gente se siente altamente satisfecha y la asistencia a actividades culturales para 2025 aumentó en promedio 67 %, la cifra más alta desde que se mide esta pregunta. El crecimiento fue especialmente fuerte en los estratos bajos.

Medellín recibió un poco más de $2 billones en 2024 de transferencias de excedentes de EPM que tiene destinados principalmente a inversión social, incluyendo Buen Comienzo y programas para población vulnerable. El informe destaca que este es el momento de aprovechar el buen ciclo económico para cerrar brechas sociales de la ciudad. Durante esta administración aumentó la imagen favorable de las entidades del conglomerado público y la satisfacción con sus servicios.

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El ingreso promedio en la ciudad aumentó 18 % entre 2023 y 2024, hasta llegar a unos 1,7 millones de pesos mensuales por persona, aunque con brechas importantes entre zonas urbanas y corregimientos. Como resultado, la estructura social cambió: en 2024, el 54 % de la población pertenece a la clase media, frente al 48 % en 2022, mientras que la proporción de personas pobres bajó de 27 % a 22 % en el mismo período.

La encuesta registra una reducción en la percepción de hambre. La proporción de personas que reporta que en su hogar alguien comió menos de tres comidas en la última semana bajó de 28 % en 2024 a 19 % en 2025, acercándose a los niveles previos a la pandemia. En 2024 no se registraron muertes por desnutrición en el distrito, y las cifras preliminares para 2025 muestran disminuciones tanto en desnutrición aguda como crónica en menores de cinco años. Sin embargo, más de la mitad de los hogares siguen reportando preocupación por quedarse sin alimentos o no poder variar su dieta por falta de dinero.

Retos de Medellín

El rezago escolar es el cuello de botella para el progreso de Medellín, pues según el informe persisten niveles importantes de este fenómeno, además de brechas de aprendizaje y trayectorias truncadas. Aunque la población en edad de cursar secundaria solo disminuyó 1 %, la matrícula en este nivel cayó 11,1 %. Aun entre quienes logran terminar el colegio, solo cerca de la mitad pasa de manera inmediata a la educación superior. Los programas técnicos y tecnológicos (TyT), los más conectados con el mercado laboral, han perdido peso: entre 2019 y 2024 Medellín perdió más de 20 000 estudiantes en TyT y el resto del Valle de Aburrá más de 15 000.

La convivencia sigue siendo un foco crítico. El ruido y las riñas son una de las principales molestias. En 2024 se registraron 121 754 llamadas al 123 por ruido, y entre enero y octubre de 2025 estas llamadas aumentaron 16 % frente al mismo periodo del año anterior. Medellín suma 100 homicidios caracterizados por convivencia a la fecha, que, en comparación con los 73 registrados al 2 de diciembre del 2024, tienen un aumento del 37 %. Los homicidios por estructuras criminales suman 95, también en aumento: del 20 %. Por riñas, la línea 123 recibe más de 50 000 llamadas cada año, un promedio de 147 al día.

El déficit habitacional se estima en cerca de 192 000 hogares, de los cuales alrededor de 154 000 presentan déficit cualitativo (problemas de calidad de la vivienda, servicios o hacinamiento mitigable) y cerca de 38 000 déficit cuantitativo (necesitan una vivienda nueva). El plan de la Alcaldía solo alcanzaría a reducir alrededor de 3,3 % del déficit cuantitativo con asignación de vivienda nueva y un 10 % con subsidio para adquisición de vivienda. 78 000 hogares necesitan ser reconocidos como tal, a pesar de que muchos de estos se ubican en zonas de amenaza alta o media por movimientos en masa y crecientes presiones por escurrimientos de agua y cambios en el uso del suelo.

Por otro lado, en 2024, Medellín envió 704 586 toneladas de residuos al relleno sanitario La Pradera; de ellas, solo 109 069 toneladas fueron aprovechadas, una tasa inferior al 14 %, mientras que la de Bogotá fue de 42,53 %. Bajo las prácticas actuales de separación y reciclaje, para 2030, Medellín habrá ocupado más de la mitad de la capacidad del vaso La Piñuela. Elevar la tasa de aprovechamiento hacia el 40 % y avanzar en la valorización de residuos orgánicos podría extender en más de cuatro años la vida útil del relleno.

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Menos niños, más pobreza infantil

En Medellín hay menos niñas, niños, adolescentes y jóvenes, pero ellos concentran una mayor porción de la pobreza. Las personas menores de 18 años representan alrededor del 36 % de las personas en pobreza monetaria; es decir, una de cada tres personas en situación de pobreza en la ciudad es menor de edad.

La fecundidad se ubica por debajo de un hijo por mujer. El 79 % de los encuestados respondió que no planea tener hijos. En este contexto, los hogares con menores a cargo y jefatura femenina sin cónyuge concentran una alta vulnerabilidad; aproximadamente dos de cada tres de estos hogares, el 66 %, están en estratos 1 y 2.

En el día a día se evidencia en mayor número de tutelas y reclamos, baja satisfacción, mayor tiempo de espera para citas, y un aumento en el gasto de los hogares en salud está aumentando. Del total de los ingresos mensuales de los hogares durante 2024, el 8,7 % fue destinado a servicios médicos y medicamentos, frente a 6,5 % en 2023. Desde comienzos de los 2000 ha aumentado de manera sostenida el número de consultas por trastornos mentales, pero solo alrededor del 29 % de las personas que reportan haber tenido problemas de salud mental acude a un profesional. El 21 % de los ciudadanos afirma que alguna persona de su hogar ha tenido afectaciones en su salud mental en el último año. Entre los principales factores se encuentran: 17 % situación económica, 17 % estrés laboral y académico y 6 % problemas familiares.