La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha sido el blanco de todas las miradas esta semana y una alegría para la Bolsa estadounidense, que ha subido un 2% desde el pasado lunes, dando más alas a la época dorada que vive el mercado. Un parqué que está caro, según la mayoría de los analistas, pero cuyas valoraciones se sustentan en que Estados Unidos va muy por delante del resto del mundo en productividad y es el motor tecnológico mundial (tiene las grandes empresas desarrolladoras de la inteligencia artificial), según Leonardo Fernández, director general para Iberia de Schroders. Además, su crecimiento económico ha mostrado una fortaleza superior a la esperada y el dólar sigue fuerte. “Si Trump lleva adelante las políticas fiscales prometidas es más madera para la hoguera”, dice.