El año pasado fue un ejercicio de terror para el sector del automóvil europeo. No lo fue solo para las marcas, que sufrieron la fuerte competencia con China y el estancamiento del vehículo eléctrico, sino también y especialmente para los fabricantes de componentes de automoción, un eslabón de la cadena que se lleva menos flashes que los Volkswagen, Stellantis, Mercedes-Benz y compañía. Según el índice Stoxx 600, el sector del automóvil fue el que peor desempeño tuvo en Europa en Bolsa en 2024 con una caída del 12,17% (cuando el índice en general subió casi un 6%), y dentro de él se observa que fabricantes de componentes como la francesa Valeo o el productor de neumáticos alemán Continental se desplomaron un 33,1% y un 15,7%, respectivamente. Clepa, patronal que aglutina al sector de componentes europeo, alertó que solo en 2024 el sector de proveedores de automoción destruyó 54.000 puestos de trabajo en el Viejo Continente.