Las focas no pagan predial

Como las focas viven en el mar y no ostentan título de propiedad que acredite que esa roca en la que toman el sol es suya, no tienen que preocuparse por trivialidades como los impuestos, el problema es cuando a esas focas las contratan por prestación de servicios en una Alcaldía, y les toca defender lo indefendible. Si no tienen criterio que se vayan a aplaudir al circo, pero no tienen porqué estar atendiendo y trabajando para el pueblo.

Yo entiendo, que uno no pelea con la cuchara, y que, si al puesto de trabajo se llegó gracias al capital relacional, uno deba ser agradecido, y la mejor forma de agradecer es haciendo un excelente trabajo, cosa muy distinta, es que uno sea un clavo y le toque defender al martillo.

Este cuento del predial en Sabaneta, y en un montón de otros municipios en los que sus dirigentes de turno encontraron en la “actualización del catastro multipropósito” la gallina de los huevos de oro, nos tiene preocupados, indignados, tristes, decepcionados, por lo menos aburridos, y a más de uno berraco, porque como reza el dicho tener casa no es riqueza, pero no esperábamos que se nos volviera un problema.

Uno de los “argumentos” que tienen las focas para defender el cuento de la valorización, es que los que tenemos una casa no somos sino aprovechados, que sabemos que la podemos vender mucho más cara que en el valor por el que queremos pagar el predial, pero a las hermanas Castañeda, de qué les sirve que el Municipio les diga que su casa vale doscientos millones y que un constructor les ofrezca mil, si a ellas lo único que les interesa es poder morirse en esa casa en la que llevan viviendo cincuenta años, casa en la que vieron crecer a su familia y hasta creció el barrio, porque pasó de “todo esto antes eran mangas” a “ya no cabe un edificio”, porque la vida, los recuerdos y el amor no se compran, y así no tengan con qué reparar las goteras, esa casa grande es lo único que tienen.

Que las lumbreras desconectadas del Concejo (se salvarán dos o tres) se inventen un estampilla, impuesto o lo que aplique, y les cobren a las hermanas Castañeda o a sus herederos, o a doña Luz la del restaurante, un porcentaje cuando vendan esa casa por los mil o dos mil millones que les ofrezca el Constructor, pero mientras que lo único que hagan con su casa sea vivir en ella, o sacar sus emprendimientos adelante, que les cobren un predial razonable,  a todos nosotros, porque somos miles de sabaneteños, que por anhelo o por arraigo, hemos querido hacer vida acá, pero con lo que están haciendo con el predial nos la ponen muy difícil.

Que en Sabaneta ya no se puede construir más vivienda de interés social dijo un “Honorable” en plena sesión, en una de esas mismas sesiones en las que han ido a pedir puestos o le han pegado a mujeres, pero que al menos a los que ya la tienen -la casa-, no los presionen para tener que irse, porque obvio, se recoge más plata en impuestos con un edificio de sesenta apartamentos, que con una casa grande y vieja en el corazón de Sabaneta.

Otro pregón de las focas, es que los propietarios de tres o cuatro apartamentos cómo no se quejaron cuando empezaron a subir los arriendos, que ahora que les tocan el bolsillo sí se quejan; lo primero que hay que recordarle al pinnípedo, es que ser dueño de dos o tres apartamentos no hace a nadie millonario, a lo sumo, sirve para ganar tranquilidad en la vejez, y que si las tiene no es de gratis, implicó esfuerzo, tiempo, resistencia, para preferir invertir o hasta endeudarse, que irse a tumbarse en una playa, tomar el sol y aplaudir al burgomaestre del periodo. Además, toca recordarle porque la cabeza no le da, que la subida del predial al final, el que la va a terminar pagando es el inquilino.

Le tengo otra sugerencia para las lumbreras, en el Estatuto Tributario, ese que no les dio nada modificar para subir las tarifas del predial, creen una figura que permita diferenciar la casa de habitación de aquellas que generan rentas, y cobren una sobre tasa dependiendo de la cantidad de inmuebles que tenga ese propietario, porque no es lo mismo, el que con mucho esfuerzo consiguió otros dos o tres para alquilar, que el “empresario de la construcción” como suelen justificar sus ingresos algunos personajes de la política local, y son dueños de dos o tres edificios completos. Y no digo que no lo hayan hecho con esfuerzo, pero como mínimo el punto de partida sí tuvo que ser diferente.

Al Burgomaestre habría que pedirle que deje de contratar focas, que contrate personas que piensen libremente, que les exijan hacer un muy buen trabajo por la comunidad, y que trabajen para cumplir con el Plan de Desarrollo, pero que si lo que quiere es un montón de focas aplaudiendo, que se vaya a dirigir un circo.

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