Un grupo de jóvenes reunidos en un parque, con gorras con las iniciales MS puede pasar desapercibido para alguien que desconoce el mundo de las maras, sin embargo, para las fuerzas de seguridad suponen un elemento desestabilizador de la seguridad del Estado, que, si se consigue implantar, puede ser difícil atacarlo. Una reciente operación de la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional ha impedido la implantación en España de un programa (estructura criminal compleja) de la peligrosa mara Salvatrucha, también conocida como MS-13, con el arresto de 27 pandilleros, de los que nueve se encuentran en prisión provisional. La actuación contra ellos se precipitó el pasado marzo, después de dos años de investigación, al conocerse que el grupo había recibido el encargo de cometer un asesinato y estaban intentando conseguir armas de fuego.