El agobio del paso de los años tras la “huida monsivaisiana” ha despertado una nostalgia tan profunda en México que su intelectualidad ha decidido celebrar entre junio y julio un hondo homenaje a quien fue el gran cronista chilango, el escritor Carlos Monsiváis. Lo de la “huida monsivaisiana” ha salido de la escritora Elena Poniatowska, gran amiga del cronista, quien se ha unido a otros artistas para recordar que hace 15 años falleció aquel lenguaraz amante de los gatos que con su pluma convertida en manifiesto denunció desmanes, atropellos, crueldades, olvidos, pero también contó como ninguno la gran urbe. México se rinde a sus pies —o a su tumba— con presentaciones de libros, conversatorios, exhibiciones y, por supuesto, la morriña de sus amigos.