El expresidente brasileño Jair Bolsonaro amaneció este viernes en su casa de Brasilia con la visita más temida: la de la Policía Federal. Los agentes llegaron a su domicilio para colocarle una tobillera electrónica, después de que el Tribunal Supremo Federal detectara un creciente riesgo de fuga. El líder ultraderechista está en medio de un proceso judicial por haber liderado un intento de golpe de Estado contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, y la sentencia, que podría conocerse en septiembre, puede superar los 40 años de cárcel.