Otras empresas de telecomunicaciones europeas quieren lo que tiene Deutsche Telekom: un negocio en rápido crecimiento en un mercado consolidado y competitivo. La antigua empresa estatal alemana tiene una participación del 52% en el operador inalámbrico estadounidense T-Mobile US, valorado en 275.000 millones de dólares (236.000 millones de euros), que aportó dos tercios de las ventas y el ebitda ajustado después de arrendamientos de su matriz en el primer semestre del año. Esa dependencia parece destinada a seguir creciendo. Si bien es una bendición para los accionistas de Deutsche Telekom, el acuerdo podría acabar convirtiéndose en una carga para su filial.