Una niña boliviana, de ocho años, fue vendida por su abuela a una familia por 350.000 pesos (US$ 353) que se domicilió en un asentamiento ilegal en el municipio de Rengo, en la región de O’ Higgins, en la zona central de Chile, para realizar trabajos de servidumbre. El fiscal jefe de Rengo, Osvaldo Yáñez, dijo este miércoles en un reportaje de T13 que la víctima de esclavitud infantil fue sometida a duros castigos: “Se le privaba de comida, se le golpeaba o derechamente la tiraban a dormir a la intemperie”.