Guadalupe y EPM: una historia de amor, energía y transformación

Minuto30.com .- Para muchos, un trabajo es simplemente una etapa profesional. Para otros, es una pasión que se convierte en legado. Así lo demuestra la historia de Javier, un ingeniero enamorado de la Central Hidroeléctrica Guadalupe y de Empresas Públicas de Medellín (EPM), quien recuerda con emoción cómo empezó su trayectoria en la organización. Faltando apenas dos meses para graduarse, recibió una llamada inesperada que marcaría su vida: una oferta laboral en EPM con tres vacantes, una de ellas en Guadalupe 3 como ingeniero de montaje.

Javier no lo dudó. Al llegar a Guadalupe, se encontró con un escenario técnico fascinante y multicultural. Inglés, francés e italiano se hablaban entre los técnicos europeos que participaban en el montaje de los generadores. Para él, fue un privilegio formar parte de ese equipo, encargado de poner en marcha dos de las seis unidades generadoras previstas en el proyecto. La experiencia fue, en sus palabras, “algo maravilloso”, no solo por lo profesional, sino por el significado que esa central tendría para su vida y para el desarrollo del país.

La historia de Guadalupe no comienza con Javier, sino en 1932, cuando un grupo de pioneros vio en la energía una fuerza capaz de iluminar y transformar territorios. Esa visión fue retomada en 1965 con la construcción de Guadalupe 3, una de las piezas clave para la conformación de lo que hoy se conoce como la cadena energética Guatrón (Guadalupe-Troneras), una de las más eficientes de Latinoamérica.

Lea también: EPM conmemora 70 años transformando vidas con “70 historias”

Actualmente, la cadena Guatrón —conformada por las centrales Troneras, Guadalupe 3 y Guadalupe 4— genera 512 megavatios de energía utilizando un caudal eficiente de apenas 60 m³ por segundo. Esta capacidad es suficiente para abastecer de energía a una región completa como el Eje Cafetero. Es un logro técnico y ambiental que ha sido posible gracias a décadas de esfuerzo, innovación y compromiso con el territorio.

Pero para Javier, más allá de los números y los hitos, su anhelo siempre fue compartir ese orgullo con su familia. “Lo que yo más anhelaba era que toda mi familia estuviera allá y yo poder hablar con ellos y mostrarles”, recuerda. Ese deseo resume el espíritu de quienes han hecho parte de esta historia: personas que ven en la energía no solo un servicio, sino una forma de conectar sueños, comunidades y generaciones.

Gracias a la huella que dejaron trabajadores como Javier, hoy EPM celebra 70 años de presencia e impacto en Colombia. Su compromiso con el desarrollo sostenible, la generación de empleo y el cuidado del entorno sigue vigente. Guatrón no solo genera energía; genera oportunidades, progreso y orgullo para todo un país.

Aquí más Noticias de Medellín