¡Giro Inesperado! Pruebas revelarían que Patrullera de Policía en Barranquilla no se suicidó ¿Qué pasó?

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Minuto30.com .- La misteriosa muerte de la patrullera de la Policía, María Alejandra Guerrero, de 22 años, ocurrida el pasado 28 de abril de 2025, podría estar a punto de dar un giro dramático. Lo que inicialmente se reportó como un presunto suicidio, con la versión de una mujer que «al parecer» se había lanzado al vacío desde un quinto piso en un conjunto residencial al suroriente de Barranquilla, ahora se ve seriamente cuestionado por nuevas pruebas.

El diario El Espectador ha revelado informes cruciales que sugieren que María Alejandra fue impulsada por un tercero desde el balcón, poniendo en el ojo del huracán a su expareja, el subintendente activo de la Policía, Andrés Alfonso Castro.

El caso, que hasta ahora no había mostrado mayores avances, podría estar a las puertas de una nueva y contundente investigación.

Una Noche de Tragedia y Versiones Contradictorias

La fatídica madrugada del 28 de abril, a la 1:42 a.m., el cuerpo de María Alejandra Guerrero yacía sin vida tras una caída desde un quinto piso. En el lugar de los hechos, el único presente era el subintendente de la Policía, Andrés Alfonso Castro Gómez, de 34 años, quien se identificó ante las autoridades como su «compañero sentimental». Esta versión inicial, consignada en el folio de la noticia criminal a la que tuvo acceso El Espectador, fue la base para la hipótesis del suicidio.

Sin embargo, desde el primer momento, la familia de María Alejandra Guerrero ha rechazado categóricamente la idea de un suicidio. La versión de Castro, quien asevera que la patrullera era «sonámbula», ha sido desmentida con vehemencia por sus allegados. «No sé con qué intención este señor preguntó eso a mi hermana menor cuando la llamó esa madrugada, si claramente nosotros que somos su familia sabemos que ella no tiene ninguna condición de eso», declaró al investigador Adriana Guerrero, hermana de la víctima, evidenciando la profunda desconfianza y el dolor de la familia ante lo que consideran una falacia.

Informes Reveladores: Heridas Preexistentes y Caída No Libre

Más allá de los testimonios de quienes conocían a María Alejandra y la recordaban como una mujer risueña, alegre y llena de sueños, lo más revelador hasta ahora son dos informes técnicos que ponen en jaque la versión oficial.

El primero es la necropsia parcial de Medicina Legal. Este documento no solo registra las múltiples lesiones que le provocaron la caída y su posterior deceso, sino que menciona heridas que podrían ser previas al impacto. Entre ellas, destaca una lesión provocada por un objeto cortopunzante en la espalda, que, aunque no produjo un sangrado grave, es una señal de alerta.

Además, se encontraron otras heridas en la región frontal del antebrazo, que, según expertos forenses, son consistentes con lesiones de defensa, es decir, aquellas que una persona sufre al intentar protegerse de una agresión. Estas revelaciones sugieren que María Alejandra pudo haber estado involucrada en un altercado antes de la caída.

El segundo informe crucial es el estudio técnico de la caída de María Alejandra Guerrero, realizado por el perito experto externo, Nelson Rodríguez Ortega. Este documento, de 88 páginas y ya en manos de la Fiscalía, es contundente. Según la ubicación donde quedó el cuerpo de María Alejandra con relación al edificio, el perito concluye que «no hubo una caída libre ideal». Esto significa que la trayectoria del cuerpo no fue la que se esperaría de un salto voluntario o un accidente sin fuerza externa. Por el contrario, el estudio indica que la caída tuvo que tener un impulso, una fuerza externa, que le produjo esa forma particular de desplomarse, lo que refuerza la hipótesis de que fue empujada.

Irregularidades en la Investigación: Un Camino Lleno de Obstáculos

El abogado de la familia de la joven patrullera ha denunciado una serie de graves irregularidades y dilaciones en la investigación, que, a su juicio, han entorpecido el esclarecimiento de los hechos y han puesto en entredicho la versión del suicidio.

Una de las principales anomalías es que la inspección técnica del cadáver se efectuó en un centro de paso, tres horas después del reporte de la caída. La justificación oficial fue que la mujer no estaba identificada, a pesar de que se encontraba con quien sería su pareja sentimental, el subintendente Castro. Esta demora y el lugar de la inspección inicial podrían haber comprometido la recolección de pruebas vitales.

Además, inicialmente no se reportó que la joven hacía parte de la Policía como miembro activo, un dato crucial que debería haber sido de conocimiento inmediato para las autoridades investigadoras.

Quizás una de las irregularidades más preocupantes es la relacionada con la prueba de traza. Esta prueba, fundamental para determinar la presencia de restos o vestigios biológicos en el lugar de los hechos, se realizó solo hasta el 24 de junio en el apartamento. Para ese entonces, el lugar ya había sido pintado, y se habían realizado reparaciones y cambios, incluso de marcos de puertas. Esta alteración de la escena del crimen, meses después del suceso, podría haber contaminado o eliminado pruebas fundamentales para la investigación.

Finalmente, el abogado de la familia señala que, tres meses después de estos hechos, la Fiscalía aún no ha entrevistado a los vecinos del lugar, quienes podrían aportar testimonios clave sobre lo ocurrido esa madrugada o sobre la relación entre María Alejandra y Andrés Alfonso Castro.

La Lucha de una Familia por la Justicia

Mientras Andrés Alfonso Castro ha manifestado siempre su colaboración con la justicia para que se esclarezcan estos hechos, las dilaciones y las irregularidades en el caso están dejando en entredicho la versión del suicidio. Para la familia de María Alejandra, la verdad es una sola y se ha convertido en su bandera. «Mi hija no se mató, la mataron», asegura con dolor y convicción José Guerrero, el padre de la joven.

Quienes conocieron a María Alejandra la recuerdan como una mujer risueña, alegre y con muchísimos sueños para su futuro. Esta imagen de vitalidad y esperanza choca frontalmente con la idea de un acto suicida o un accidente por sonambulismo, reforzando la convicción de su familia de que fue víctima de un crimen. La comunidad y los seres queridos de María Alejandra Guerrero esperan que las autoridades actúen con celeridad y transparencia para que se haga justicia y se revele la verdad detrás de esta trágica muerte.

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