“Es una burla”, Federico Gutiérrez critica nombramiento de guerrilleros como gestores de paz

hace 1 mes 18

Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín, criticó severamente el reciente nombramiento de guerrilleros capturados en Antioquia como gestores de paz, afirmando que esta decisión del Gobierno Nacional representa una “burla” y una “entrega total del territorio” a grupos criminales.

En una declaración contundente, Gutiérrez argumentó que en lugar de fortalecer a las fuerzas de seguridad del país, la medida parece favorecer a organizaciones criminales como el ELN y las disidencias de las FARC. Según el alcalde, esta decisión contrasta con los esfuerzos por consolidar la seguridad en el país, ya que los líderes de estas disidencias, recientemente sorprendidos en camionetas de la Unidad Nacional de Protección (UNP) con armas, dinero en efectivo y menores de edad, están siendo ahora designados como gestores de paz.

«Que los nombren dizque gestores de paz cuando son los mismos que están en la guerra es una burla y un insulto al país. Dígame, ¿dónde vamos a parar? ¿Qué va a pasar con el país si no reaccionamos a tiempo? Estamos permitiendo que las peores estructuras criminales se fortalezcan. Es un mensaje grave y delicado que nombren disque gestores de paz a criminales dedicados al narcotráfico, la minería ilegal, el secuestro, la extorsión y el homicidio. ¿Qué más quieren? ¿Casa, carro y beca? Es un insulto realmente. ¿Para dónde va el país, por Dios?», precisó el Alcalde.

Gutiérrez criticó que estas personas, quienes han estado involucradas en actividades como el narcotráfico, la minería ilegal, el secuestro y la extorsión, reciban este título en un contexto en el que el país enfrenta serios desafíos en materia de seguridad. En su opinión, este nombramiento no solo es una ofensa para la fuerza pública, sino también un mensaje perjudicial que debilita la moral de las instituciones encargadas de mantener el orden y combatir el crimen.

El alcalde expresó su preocupación por el impacto que esta decisión podría tener en la seguridad y el bienestar del país, cuestionando la lógica detrás de otorgar un rol de pacificación a individuos con antecedentes de actividades criminales.