En caravana de disidencias viajaba un menor de edad reclutado: Gobernador de Antioquia

Si el incidente ocurrido el martes pasado con la detención de una caravana de vehículos blindados contratados por el Gobierno en la que iban 34 integrantes de la disidencia de las Farc, entre ellos varios cabecillas, resultaba escabroso, una revelación del gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, le aportó un toque adicional de truculencia al hecho.

Según publicó en la mañana de este miércoles el mandatario seccional en su cuenta de X, en el convoy viajaba un menor de edad. “De acuerdo con la información que recibí, fue reclutado desde que tenía 12 años e (sic) instrumentalizado por el Frente 36”, dijo Rendón, a la vez que informó que el joven fue remitido a la permanencia de Bello y luego lo llevaron al Icbf, entidad que lo mantiene bajo protección.

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Se trata de alias Stiven, un menor de edad que actualmente tiene 17 años y que fue víctima de reclutamiento forzado por las disidencias lideradas por alias Firu, quien actualmente resultó capturado en medio de esta caravana. De acuerdo con información de inteligencia, sería uno de los explosivistas de esta estructura.

El secretario de Seguridad de Bello, José Rolando Serrano, explicó que “el menor fue trasladado en compañía de la Policía de Infancia y Adolescencia. Él venía en la caravana, que todos sabemos que fue detenida por el Ejército Nacional. Por su condición de menor de edad, habría que iniciar todo el proceso de restablecimiento de derechos”.

Ante esta situación, el gobernador de Antioquia reiteró sus críticas al proceso de diálogo que mantiene el Gobierno Nacional con los grupos armados ilegales. “El reclutamiento es un delito, un crimen de guerra. Suficiente razón para desmontar ese engañoso cese al fuego”, señaló.

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La caravana fue interceptada por el Ejército este martes 23 de julio en la madrugada en el sector de Puente Gabino (corregimiento de Porce del municipio de Santodomingo) cuando se dirigía desde Tibú, en Norte de Santander, hasta Anorí, en el Nordeste antioqueño.

Casi todo el día transcurrió en un tire y afloje que puso en tela de juicio el cese del fuego vigente entre el gobierno y algunas facciones de las disidencias, pues mientras que los pasajeros de los vehículos se negaban a dejarse requisar, los militares insistían en efectuar el control.

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No era para menos, pues entre los ilegales estaban Alexánder Díaz Mendoza, alias Calarcá, considerado el segundo al mando de las disidencias del autodenominado Estado Mayor Central y quien en la actualidad cumple funciones de negociador; Edgar de Jesús Orrego alias Leo o Firu, comandante del frente 36, y Erlinson Chavarría Escobar alias Ramiro, líder del frente 18.

Así mismo, iban Jesús María Restrepo Borja alias Panda, cabecilla político del 36; Óscar Javier Cuadrados Zea, alias Alejandro, segundo cabecilla de la estructura 36; y Viviancy Lopera Várelas, alias Sara, la novia de “Ramiro”.

Todos ellos, al igual que Calarcá, fueron dejados en libertad porque sus órdenes de captura estaban suspendidas o no tenían ninguna acción judicial vigente, de acuerdo con la información de los investigadores del caso.

Finalmente, los irregulares aceptaron dirigirse a una guarnición militar en el norte del Valle de Aburrá, donde consideraban que podía constituirse una zona segura para su integridad, ya que el protocolo de manejo de la Unidad Nacional de Protección, a la que están adscritos los carros comprometidos en el incidente, indican que estos no deben ser forzados a ser abiertos en carretera.

El episodio culminó con siete capturas, aunque a tres de ellos los dejaron en libertad porque tenían suspendidas las órdenes de captura por las negociaciones con el Gobierno. Entre los aprehendidos figura alias Firu, debido a que a este no se le habían suspendido las órdenes de captura que tiene a su haber por homicidio agravado, concierto para delinquir agravado y utilización ilegal de uniformes e insignias; fabricación, tráfico y porte de armas y municiones de uso privativo de las fuerzas armadas; terrorismo y hurto calificado y agravado.

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También aprehendieron a Diana Carolina Rey Rodríguez alias Érika Castro, la pareja de Calarcá y quien tenía una orden de captura vigente de la Fiscalía 176 Especializada de Bogotá al ser delegada del frente Carolina Ramírez de esta organización.

Igualmente, capturaron a Ómar Delgado Novoa alias El Boyaco o Hermes, señalado cabecilla del frente John Linares del bloque comandante Jorge Suárez, en el Meta, y a alias Ramiro, que aunque tenía sus órdenes de captura suspendidas, fue hallado con una pistola y 26 millones de pesos en efectivo.

La medida también pesó contra Juan Antonio Agudelo alias Urías Perdomo, cabecilla del frente Rodrigo Cadete; Wenser Yosony Duque alias Óliver González, cabecilla del frente Raúl Reyes; y María Alejandra Ojeda Londoño, integrante de estas disidencias.

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Este miércoles el director de la UNP, Augusto Rodríguez, reconoció que si bien el esquema de seguridad tenía autorización del gobierno con el fin de que los ilegales asistieran a una reunión, se cometieron fallas en el protocolo de movilización.

Además, indicó que el hecho de que hubiera armas y personas no autorizadas dentro de los vehículos sugiere una infracción al reglamento para su uso.