Ya casi se acaba. Después de un mes y medio en el que tanto el jurado como el mundo entero han escuchado las declaraciones de decenas de testigos contra Sean Combs —el músico también conocido como Puff Daddy o Diddy—, que ha sido juzgado por diversos delitos de tráfico sexual, asociación ilícita y transporte para ejercer la prostitución, el juicio toca a su fin este lunes en Nueva York. A partir de ahora, llega lo realmente complicado: la deliberación por parte de los 12 miembros del jurado, ocho hombres y cuatro mujeres, que puede tardar desde un par de días hasta semanas. Ellos le transmitirán al juez Arun Subramanian su decisión sobre la culpabilidad (o, quién sabe, la inocencia) del magnate musical. Si consideran que es culpable de uno o varios de esos delitos, como todo apunta, será Subramanian quien impondrá la pena. Puede ser de varias décadas de cárcel.