Los mercados regresan a la actividad tras el parón de Semana Santa en un ambiente de nerviosismo contenido. Los riesgos geopolíticos y las tensiones comerciales siguen al alza, las negociaciones del Gobierno de Washington con sus socios para llegar a acuerdos sobre aranceles no cuajan. Y para mayor intranquilidad, la Administración de Donald Trump arremete contra la Reserva Federal, y en concreto contra su presidente, Jerome Powell, minando la confianza en la institución e intentando forzar una rebaja inmediata de tipos de interés. Una crisis de credibilidad que es caldo de cultivo para que los inversores huyan de los activos estadounidenses: el dólar sigue en zona de mínimos de tres años contra el euro, aunque hoy recupera algo de terreno, y se mantienen las ventas de deuda de EE UU a largo plazo. Los inversores, mientras, buscan lugares a buen resguardo de la tormenta. El oro toca precios nunca vistos antes, en los 3.500 dólares la onza, mientras el yen japonés (ya por encima de 140 yenes por dólar) y el franco suizo continúan como refugio, al igual que la deuda europea.