
Es posible decir que la expresidenta de Argentina Cristina Kirchner tiene dos hijos. Uno de sangre, Máximo Kirchner, diputado y líder de la agrupación La Cámpora; el otro político, Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, principal distrito electoral del país y bastión del peronismo. Este lunes, Kicillof decidió romper con su madre política, en una jugada que tendrá derivaciones aún difíciles de mensurar para el futuro del movimiento fundado por Juan Domingo Perón. El motivo de la fractura puede parecer nimio: el gobernador separó por decreto las elecciones a legisladores provinciales de las de diputados y senadores nacionales. Las primeras serán el 7 de septiembre y las segundas el 26 de octubre. Pero Kirchner se opone tajantemente a esa posibilidad, con el argumento de que la maquinaria peronista se concentrará en la campaña provincial, donde está en juego la suerte de los alcaldes, y dejará a la intemperie la nacional, su gran apuesta para no perder protagonismo.