En una misiva dirigida al Tribunal Superior de Bogotá, el expresidente Álvaro Uribe Vélez, condenado en primera instancia a 12 años de prisión por los delitos de soborno en actuación penal y fraude procesal en el caso de manipulación de testigos, ha renunciado a su derecho a la prescripción. Sin esa renuncia, el expediente quedaría archivado si para el 15 de octubre no había una sentencia de segunda instancia, y el líder de la derecha colombiana podría haber quedado definitivamente libre, aunque sin una decisión judicial que declarar su inocencia.