Desplante en Ecuador: La presidenta de Perú negó la mano a Gustavo Petro
Resumen: Dina Boluarte rechaza saludo de Petro en ceremonia oficial. El incidente en Quito revela el deterioro de las relaciones tras la crisis política en Lima.
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Minuto30.com .- Un nuevo episodio de tensión diplomática se vivió este fin de semana durante la ceremonia de posesión del presidente ecuatoriano Daniel Noboa, cuando la presidenta de Perú, Dina Boluarte, le negó el saludo de mano al presidente de Colombia, Gustavo Petro, en un gesto que dejó en evidencia el deterioro de las relaciones bilaterales.
El hecho ocurrió en plena ceremonia oficial celebrada en Quito, donde, por protocolo, ambos mandatarios fueron ubicados uno junto al otro. Boluarte y Petro fueron los únicos jefes de Estado de la región que asistieron personalmente al evento, mientras que el resto de países enviaron delegaciones. A pesar de esta cercanía física, el distanciamiento político se manifestó con claridad.
La escena fue clara y tensa: cuando Gustavo Petro extendió su mano para saludar a su par peruana, Boluarte optó por no corresponder al gesto. En su lugar, ofreció un saludo verbal, sin siquiera mirarlo directamente. Ante la negativa, Petro reaccionó tocándole brevemente el hombro antes de continuar. Este desplante contrastó con la actitud cordial de otros líderes presentes, como los vicepresidentes de República Dominicana y El Salvador, quienes saludaron al mandatario colombiano de manera amable y cálida.
#Atención La presidente de Perú Dina Boluarte ignoró por completo a Gustavo Petro en la cumbre, dejándolo en ridículo frente a todos. pic.twitter.com/B2w48Dni21
— La Hora de La Verdad (@Horadelaverdad) May 25, 2025
Este gesto no se entiende como un simple malentendido protocolario, sino como una muestra evidente de las tensiones diplomáticas entre Colombia y Perú, que se han intensificado desde finales de 2022, tras la crisis institucional en Lima. La destitución del entonces presidente Pedro Castillo y la posterior toma de posesión de Dina Boluarte, conforme a la Constitución peruana, fueron duramente cuestionadas por Gustavo Petro, quien ha señalado en diversas ocasiones la supuesta ilegitimidad del gobierno actual en Perú.
Boluarte, por su parte, ha mantenido una postura firme y ha rechazado públicamente las declaraciones de Petro, considerándolas una intromisión en los asuntos internos del país andino. Esta falta de reconocimiento político por parte de Colombia ha congelado el diálogo entre los dos gobiernos y ha debilitado su tradicional relación de cooperación bilateral.
El gesto de Boluarte en Quito se convierte así en un símbolo potente de la ruptura diplomática, más allá de lo protocolario. Deja en claro que no existen canales fluidos entre ambos gobiernos y que las diferencias ideológicas y políticas siguen marcando la agenda. En un contexto donde América Latina enfrenta retos comunes, como la migración, la inseguridad y la reactivación económica, estas fracturas dificultan el trabajo conjunto.
Por el momento, ni la Cancillería de Colombia ni la del Perú han emitido pronunciamientos oficiales sobre lo ocurrido. Sin embargo, el episodio ha sido ampliamente difundido en medios regionales y redes sociales, donde ha generado debate sobre los límites de la diplomacia y el papel que deben jugar los líderes en contextos internacionales.