Cientos de personas se arremolinan en una tarde de jueves en Ibiza alrededor de la mesa de mezclas en la que el DJ Marco Carola pincha sus últimos temas de música electrónica. El escenario está custodiado por una hilera vertical de altavoces y cubierto con una enorme tela que hace las veces de pantalla de proyección, en la que los juegos de luces de colores chillones se proyectan sobre el público. A su abrigo bailan enfervorizadas miles de personas que abarrotan la fiesta Pacha Legends que se celebra en la zona de la piscina del recién reformado hotel Destino Five Ibiza. Algunos de sus huéspedes no tienen ni que bajar a la pista para bailar, les basta con asomarse al balcón de su habitación para participar de la fiesta sin agobios y con unas vistas privilegiadas del escenario. Están en la discoteca sin tener que levantarse de la cama.