Conmoción interior, frenada de ofensivas y zonas de concentración: así va la ‘paz total’

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El proceso de ‘paz total’ que ha propuesto el presidente Gustavo Petro está pasando por varios ultimátums: faltan solo dos días para que el decreto de conmoción interior expedido por el Gobierno Nacional en la región del Catatumbo se venza; y, además, el 18 de mayo se cumple el plazo que el jefe de Estado le dio a las disidencias de las Farc de Alexander Mendoza (alias Calarcá) para avanzar hacia las zonas de concentración del Catatumbo.

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Sobre lo primero, el presidente Petro se refirió en el Consejo de Ministros: “se va a acabar en dos días el decreto de conmoción. Yo voy a evaluar si lo prorrogo o no. Si nos tumban el decreto oficial, pues toca mandar el Ejército a la casa, espero que no lo hagan”.

Y es que, desde que decretó la medida, el conflicto con el Ejército de Liberación Nacional (Eln) y el frente 33 de las disidencias de las Farc ha provocado el desplazamiento forzado de 64.291 personas. El jefe de Estado aseguró que la prórroga del estado de conmoción interior dependerá de qué tanto se ha avanzado en los puntos que cobijaba la medida.

No sé qué se ha hecho con los contratos como la carretera de Catatumbo, la universidad y otras así por el estilo. Si se acaba la conmoción interior, ya se pierde esa facultad de contratar (...) Si se ha perdido el tiempo, hay que pensarlo bien. La prórroga debe ser una necesidad imprescindible, no porque se perdió el tiempo”, afirmó el presidente. Serán los ministros los encargados de darle el balance.

La preocupación del presidente se da en medio de otro proceso complejo: la ejecución del Decreto 448 de 2025, por medio del cual el Gobierno Nacional no prorrogó el cese del fuego con la disidencia de alias Calarcá, pero sí suspendió las operaciones militares y ofensivas y operaciones de Policía contra el grupo disidente de las Farc.

Según lo que explicó el jefe de Estado, la medida busca darle un espacio (y un ultimátum) a los miembros del bloque Magdalena Medio Gentil Duarte hacia zonas de concentración en el Catatumbo. La medida también cobija a otras dos estructuras armadas al margen de la ley que componen el autodenominado Estado Mayor de los Bloques y Frentes (EMBF); son el bloque Jorge Suárez Briceño y el frente Raúl Reyes.

La diferencia con un cese al fuego es que, a pesar de que el Gobierno frenó las ofensivas, “la Fuerza Pública tiene la orden de atacar toda acción contra la población civil que provenga de cualquiera de estos grupos”, explicó el presidente Petro.

Esta medida se toma en el marco del proceso de ‘paz total’. Al respecto, el mandatario afirmó: “los frentes que dialogan tienen hasta el 18 de mayo para acordar zonas de concentración y territorios de paz, con Conpes pactados con la población civil para el desarrollo humano en dichos territorios y entrar a un proceso de paz avanzado”.

La medida de las zonas de concentración ha sido criticada. Leonardo González Perafán, director del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), planteó una preocupación que tiene en caso de que las disidencias de Calarcá acepten la propuesta para avanzar en el proceso.

“Esta no es solo una jugada estratégica. Es una decisión que pone a las comunidades en el centro de un fuego cruzado, donde se disputan rutas, poder y control social. ¿Quién va a responder por los desplazamientos, el reclutamiento o las extorsiones que esto puede traer?”, afirmó por medio de X.

Y es que, las zonas de concentración aún no están del todo definidas, su funcionamiento dependerá bastante de las mesas de negociación. Por el momento, los lineamientos preliminares están planteados en la Ley 2272 de ‘paz total’. Allí, en el parágrafo 3 del artículo 8, está planteado que el Gobierno Nacional o sus representantes autorizados podrán acordar con los voceros o representantes de las organizaciones armadas al margen de la ley, en un estado avanzado del proceso de paz, su ubicación temporal en zonas determinadas.

Estas zonas no podrán estar cerca a comunidades o zonas urbanas, y tampoco serán zonas de despeje, es decir, no serán espacios en los que la Fuerza Pública se retire y ceda el control militar y político al grupo armado. En los lugares designados como “zonas de concentración”, se deberá garantizar el normal y pleno ejercicio del Estado de Derecho.

Sin embargo, aquellos espacios sí gozarán de algunos “beneficios” para los grupos armados, en pro de garantizar los diálogos de paz: “adicionalmente, si así lo acordaran las partes, a solicitud del Gobierno Nacional y de manera temporal, se podrá suspender la ejecución de las órdenes de captura en contra de cualquiera de los miembros del grupo armado organizado al margen de la ley o de la estructura armada organizada de crimen de alto impacto, por fuera de las zonas, para adelantar actividades propias del proceso que se adelante”, explica la ley de ‘paz total’.

Por el momento, solo queda esperar la respuesta de los grupos armados y si se acogen al ultimátum del presidente.

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