
El magistrado Benito Pérez Bello ha sido condenado a cuatro años de prisión por estafa continuada contra un matrimonio amigo y una amiga del matrimonio a los que “engañó intencionadamente” para que invirtieran 850.000 euros con un “contrato de cuenta remunerada” a sabiendas de que la inversión “estaba abocada al fracaso”, según la sentencia de la Audiencia de Barcelona. La empresa depositaria de la inversión, Pegasus Markets SL, radicada en Nueva Zelanda, había perdido la licencia en aquel país y no podía operar en España, extremos que Pérez Bello, “juez en excedencia, abogado en ejercicio y con conocimientos financieros”, según subraya la sentencia, conocía cuando aconsejó a los ahorradores que invirtieran su dinero. Además de a devolver la suma defraudada, ha sido condenado en costas.