Colombia conmemora el «Día de las Manos Rojas» con más de 1,000 niños arrebatados de sus hogares por la violencia
Resumen: En el Día de las Manos Rojas, el gobierno y ciudadanos de Colombia se unen para exigir el fin del reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes en el conflicto armado. Con más de 1,000 casos reportados en 5 años, la violencia continúa afectando a la niñez en el país.
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El 12 de febrero se conmemora el Día de las Manos Rojas, una fecha dedicada a exigir el fin del reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes en los conflictos armados. En esta jornada, el Gobierno Nacional, junto con organizaciones internacionales como UNICEF Colombia, activistas y la sociedad civil, se alzan para denunciar esta grave violación de derechos humanos que afecta a miles de menores en Colombia.
Este fenómeno, que persiste con creciente preocupación, ha afectado a más de 1,000 menores en los últimos cinco años, según datos de Naciones Unidas. A pesar de los esfuerzos realizados, los reclutamientos continúan en aumento, especialmente en departamentos como Cauca, Arauca, Nariño y Chocó, aunque también se ha registrado un incremento en otras regiones como Putumayo y Caquetá.
El reclutamiento forzado no solo interrumpe las infancias, sino que expone a los menores a violencias extremas. Muchos niños, niñas y adolescentes son manipulados, amenazados o forzados a unirse a los grupos armados mediante engaños, violencia sexual o el consumo de sustancias psicoactivas. En muchos casos, su participación en los conflictos implica malos tratos, torturas e incluso homicidios, como lo ha documentado la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Tanya Chapuisat, representante de UNICEF en Colombia, destacó la urgencia de esta problemática: «El reclutamiento interrumpe infancias, vulnera derechos y pone en riesgo la vida de los menores. Los niños deben estar en las escuelas, con sus familias y comunidades, no en la guerra», afirmó durante los actos conmemorativos.
El reto no solo es prevenir nuevos reclutamientos, sino también garantizar que los menores desvinculados reciban una atención integral. Según el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), el número de menores desvinculados de grupos armados aumentó de 213 en 2023 a 318 en 2024, reflejando la creciente necesidad de fortalecer los programas de protección y reparación para estas víctimas.
La situación se agrava en las comunidades étnicas, donde más del 51% de los casos de reclutamiento corresponden a niños, niñas y adolescentes indígenas o afrodescendientes. Además de los daños individuales, el reclutamiento representa una amenaza para la supervivencia de estos pueblos, afectando su identidad cultural y su permanencia en el territorio.
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