En el municipio de Sonsón, al costado occidental de la plaza principal Ruiz y Zapata, se levanta la catedral Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, madre de la diócesis de Sonsón -Rionegro y uno de los referentes más importantes de la identidad local. Este templo, que ha acompañado a generaciones enteras, guarda una historia marcada por la fe, la memoria y la resiliencia de un pueblo.
El lugar ha sido escenario de cinco templos distintos desde 1801, cuando se erigió una pequeña capilla de bareque y paja. Con el paso de los años, los habitantes levantaron una majestuosa catedral de granito inaugurada en 1915, construida con piedras recogidas por la comunidad y mármoles de Carrara. Su imponente arquitectura convirtió al templo en el emblema de Sonsón hasta el 30 de julio de 1962, cuando un terremoto destruyó gran parte de su estructura, afectando vitrales, altares y el corazón mismo del edificio.
Aunque el 70% de la catedral permanecía en pie, los estudios técnicos determinaron que no era posible restaurarla. En 1963 fue demolida mediante la primera implosión controlada en Colombia, un hecho histórico que dio paso a un nuevo comienzo.
Dos años más tarde, en 1965, inició la construcción del actual templo, caracterizado por su arquitectura moderna en hormigón y ladrillo, altares de mármol y vitrales recuperados de la antigua catedral. Con una planta en cruz griega, un campanario independiente y capacidad para cerca de mil feligreses, el espacio se convirtió en un símbolo renovado de fe y comunidad.
Hoy, la catedral Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá no solo es un lugar de culto, sino también un testimonio vivo de cómo la unión de un pueblo permitió levantar nuevamente su mayor patrimonio espiritual. Quienes visitan Sonsón encuentran en cada rincón del templo un encuentro con la historia, la belleza y la fortaleza de sus habitantes.




