En medio de la crisis financiera del sistema de salud, la Superintendencia Nacional de Salud anunció que a partir de agosto se llevará a cabo una auditoría forense internacional a la Nueva EPS. El proceso abarcará la revisión de los recursos administrados entre 2019 y 2025, luego de que la Contraloría identificara a esta entidad como la mayor deudora entre todas las EPS activas, con compromisos que ascienden a los $9,2 billones.
El superintendente Giovanny Rubiano explicó que esta auditoría no solo se centrará en los balances contables, sino que buscará rastrear con precisión cada movimiento financiero: quién recibió los pagos, a dónde se giraron los recursos y en qué se utilizaron.
Paralelamente, la Nueva EPS deberá entregar sus reportes financieros de 2023 en las próximas semanas, seguidos de los correspondientes a 2024, como parte del proceso de evaluación.
Este anuncio se suma a un panorama crítico del sistema, donde el total de deudas acumuladas por las 29 EPS habilitadas supera los $32,9 billones.
Actualmente, solo seis cumplen con los requisitos financieros básicos, mientras que la mayoría presenta incumplimientos y altos niveles de siniestralidad.
La auditoría a la Nueva EPS busca establecer responsabilidades claras y definir su viabilidad operativa futura dentro del sistema de salud.